Habemos quienes fantaseamos con morir y presenciar nuestro funeral. Ahí, con más morbo que curiosidad, los ojos de la imaginación nos brindan la oportunidad de observar las lágrimas y el sufrimiento de la gente amada o la indiferencia y la burla socarrona de aquellos que nos consideraron en vida sucias alimañas. La muerte de “Cocó”, mitad creativa de los grupos CIëLO y SILVANIA, además de posicionar su personaje a la altura del mito, también lo coloca en medio de un fuego cruzado: Los que lo amaron en vida y los que vieron en el a una persona despreciable.


Hace cuarenta años, en Lima, Perú, nació como Luis Revilla el que después se convertiría en “Cocó Ciëlo”, quién junto con “Mario Telegram” darían vida a una de las sagas musicales más interesantes del panorama independiente iberoamericano. Forjados en la escena punk-hardcore de los ochenta, Mario pasaría por bandas como los seminales del punk peruano EUTANASIA mientras “Cocó”, que ya se había convertido en un aficionado de los “otros” sonidos de los ochenta, hacía sus pininos en siniestras bandas de post punk. A mediados de los ochenta inician, cada uno por su lado, una senda de repetidos y divergentes exilios por Suiza, Alemania... hasta que finalmente es en España donde se reunirán artísticamente para a finales de los años ochenta iniciar una aventura musical denominada SILVANIA.


En SILVANIA se encuentran, en mi opinión, los mejores momentos del dream pop en español. No solo fueron pioneros de una tierra todavía ignota en iberoamérica. También fueron quienes mejor lo hicieron, con permiso de MERCROMINA y los esporádicos momentos Dream Pop de LOS PLANETAS. En producciones como el E.P “Miel Nube Hiel” (Experience, 1992) y “En Cielo de Océano” (Elefant, 1993) muchos hablaron de COCTEAU TWINS, sin duda, pero también tendrían que haber mencionado al preciosismo ruidista de SLOWDIVE e incluso a las estructuras narcóticas de SPACEMEN 3. En pocas palabras, las primeras obras de los peruanos exudaban una gran comprensión del libro de estilo del dream pop y el shoegaze. Pero un grupo para ser grande no puede quedarse en la mera copia.


Su segundo lanzamiento con la independiente madrileña elefant llamado “Paisaje III” (1994), culmina, en mi opinión, con una primer etapa del grupo donde su sonido dream pop es reconducido a una cotas de abstracción que lo sitúan en la orbita del ambient. Aquí es donde se instaura un discurso sonoro propio. Una forma de entender el ruido y las atmósferas que los vuelve indistinguibles. Habían usado el magma sonoro del ruido y la saturación como una nave que los llevaría a mecerse por las aguas tranquilizadoras del ambient. Es como partir de MY BLOODY VALENTINE para llegar a BRIAN ENO y la primera gran etapa del sello Berlinés Morr Music. De aquí en adelante dejarían definitivamente las guitarras para abrazar por completo la electrónica, tanto analógica como digital.


El salto a las maquinitas no podría ser más contundente, con un disco de remixes a manos de íconos como AUTECHRE y SEEFEEL denominado “Delay Tambor” (Elefant,1996), su incursión dentro del denominado I.D.M se celebraba con euforia por algunos enterados. Esta colisión entre atmósferas, ruidismo digital y estructuras narcóticas llegaría a su clímax con “Juniperfin” (Elefant, 1997) y “Naves sin puertos” (Elefant, 1998). Se trata de joyas sin parangón de la electrónica paisajística.


Otro vuelco de tuerca esperaba ser accionado por “Cocó” y “Mario Telegram”. Bajo el nombre de “Ciëlo”, el dueto peruano dejaría todo preciosismo, dinamitando intelectualismos en nombre de la pista de baile. En el 2002 sacarían bajo su propio sello “Click New Wave” el lp “Un amor mató al futuro” llevando a cabo un cruce entre le electrónica contemporánea tan llena de onomatopeyas sónicas como “glitches”, “clicks”, “cuts” y las estructuras melódicas del synth pop y el electro de los ochentas. Con este giro estilístico también hacían evidente una forma de vivir marcada por el hedonismo y los excesos. Esta vida al límite que le quitaría el aliento a “Cocó” el pasado 29 de Octubre.


Tal y como revela un reportaje del diario El País, “Cocó”, habitante de Chueca, el madrileño barrio gay por excelencia, solía continuar en su casa la fiestas que iniciaba siendo D.J. en el también bastante gay club “Cool”. Eran fiestas que podían durar varias noches....Noches que se conectaban con los días como si se tratase de distintas fases lunares de una misma locura. En su última celebración hasta el límite, “Cocó” se lleva a un rumano a su departamento, de estos que tan solo tienen las partes blandas de su cuerpo como moneda de cambio. El viernes entraron juntos, el domingo salió tan solo el chico con un reloj ensangrentado como trofeo.


Tan solo algunos madrileños, la mayoría gays, se dieron por enterados de que había muerto un ícono. Se trataba de una estrella que no podría formar ninguna constelación ya que su luz resplandecía estroboscopicamente en algún lugar oscuro. Una celebridad sin fans, un héroe sin ganas de salvar a nadie, un mártir inmolado por error, un personaje más de las noches eternas. Para bien o para mal, su muerte lo esta convirtiendo en hito, pasó inadvertido para la mayoría y ahora el escándalo lo reposiciona. La telaraña electrónica recoge algunas ofensas sobre lo que para algunos era un personaje mediocre. Me pregunto si su abierta vida excesiva y sobre todo su homosexualidad no lo condenaron, en vida y por prejuicio, a un papel de segundón. También me pregunto si esto no fue mejor así, ya que en el oprobio tuvo la oportunidad de vivir la vida a su manera.


Al parecer, es prudente evitar el aura malditista de “Cocó”. No fue un Kurt Cobain electro, de vida falsamente victimizada. De hecho el giro que tomo su música con “Ciëlo” da cuenta de su vitalismo. No fue una persona atormentada por la muerte como los rockstars de pacotilla. Murió, por decirlo de alguna manera, de exceso de vida. Esperemos que el personaje no le gane a la persona, aunque por lo pronto la muerte lo beso en la boca, devolviéndole algo de la dignidad negada...


A manera de homenaje, una video retrospectiva en estricto orden de evolución estilística:


Silvania - "Solineide" (clip)



Silvania - "Trilce" (canción con clip no oficial)



Silvania - "Nudo de Cielo y Delfín" (clip)



Silvania - "Lunik, Lunik" (en vivo)



Ciëlo - "Cielo No Futuro" (clip)



Ciëlo - "Líneas Rectas" (en vivo)



Ciëlo - "Luz Artificial" (en vivo)




7 comentarios:

René dijo...

Mi estimado, no me queda más que decir que definitivamente este post es lo mejor que se ha escrito en el snobground. También noto cierto aire de tristeza por la perdida de Cocó Ciëlo, acaso frecuentabas sus afterpartys? Un abrazo.

Pelvis dijo...

uff, horacio

diste en el clavo.

no había leído nada sobre cocó en estos meses que se asemejara a esto. es perfecto. con el permiso de usted, me gustaría usar el texto para un proyecto editorial que estoy comenzando. te mando mail?

un saludote.

Anónimo dijo...

o_O

donde he estado yo? porqué será que tengo siempre la sensación de llegar tarde a todas partes??

voy a tener que investigar, profesor horacio

y gracias por compartirlo*

H dijo...

Ijoles.... pues que me siento bien agradecido por sus comentarios, me da harta satisfacción que lo hayan disfrutado... Mi pelvis por supuesto puedes usar lo que quieras, yo encantado, te paso mi mail para que me expliques de que va la onda: neuromante79@hotmail.com...

Mi malita!!!! Bienvenida al snobground!!! Espero nos veamos prontito siii??? para tomarnos algo.... un besito

Anónimo dijo...

Saludos y felicidades, la lectura de este post me inunda de una sensación extraña parecida a la tristeza, no conocía al difunto, pero ahora con esta remembranza hasta comparto la pérdida... beso!

Monchie Horror dijo...

hola. este blog esta genial.
como si joy division se hubiera gestado en new york hahaha

H dijo...

Muchas a gracias a tod@s por sus comentarios.... en verdad, estoy gratamente sorprendido... también les doy la bienvenida a nuev@s lector@s del snobground: la siempre querida mine y al todavía desconocido monchie. Un abrazo!!